Sabemos que la ausencia de estimulación en un niño puede traer daños en el desarrollo de su cerebro y, por tanto, en su aprendizaje. Pero actualmente tenemos un gran afán por sobreestimular a nuestros hijos para que sean mejores o más inteligentes. El ímpetu que muchos padres tienen para que sus hijos adquieran mayores destrezas, habilidades y capacidades, lejos de perseguir este objetivo, puede mermar su salud.
Este libro podrá servir de ayuda a padres y educadores a conocer las claves para entender cuáles son los riesgos de la sobreestimulación de los niños y qué podemos hacer para respetar su ritmo de aprendizaje. También pretende ser una guía de buenas prácticas para el uso de la tecnología previniendo conductas patológicas como las adicciones, una autoestima frágil o la sorprendente soledad en la era de los millones de amigos.
Niños sobreestimulados, a través de casos prácticos tratados por la autora, responde, entre otras, a las siguientes preguntas:
¿Cómo estimular sin dañar? La clave está en educar con calma y paciencia sin menoscabar su curiosidad y creatividad innata.
¿Cuáles son los riesgos de la hipereducación?
¿Cuál es el impacto en el cerebro infantil por la invasión de las tecnologías en sus vidas?.
Niños y adolescentes destacan en la capacidad de la multitarea. ¿Qué podemos hacer para prevenir las dificultades de concentración y el estrés que conlleva?
Cómo evitar la intoxicación tecnológica (uso abusivo de los videojuegos y de las redes sociales) y lograr que los dispositivos electrónicos convivan con los juegos tradicionales y saludables.
Descubrirás los riesgos que entrañan la excesiva estimulación y la hipereducación a la que sometemos a nuestros niños y adolescentes.
¿Dónde puede encontrarlo?